Cuando cruzamos nuestras miradas,
Algo comienza a cambiar,
Es como si en pocos segundos
Me comenzaras a gustar.
Luego que se desvían nuestros ojos,
Todo vuelve a la normalidad,
Sigues siendo ese tipo frío
Del cual jamás me podría enamorar.
Dicen que nunca digas nunca,
está bien, no lo diré
pero es que con esa forma de ser
es difícil que puedas entender.
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